A partir del año 2026, el panorama educativo en Colombia experimentará una transformación estructural de gran envergadura. El sistema de evaluación de la educación media se prepara para uno de los ajustes más relevantes de los últimos años: la inclusión de una nueva materia obligatoria en el examen de Estado Saber 11. El Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación (Icfes) incorporará un área destinada específicamente a medir las competencias emocionales de los estudiantes. Este cambio, que impactará a todos los colegios del país, tanto públicos como privados, surge tras la aprobación de una ley que establece la obligatoriedad de la Cátedra de Educación Emocional desde el nivel preescolar hasta el grado undécimo.
Históricamente, el examen Saber 11 se ha centrado en evaluar áreas académicas tradicionales como matemáticas, lectura crítica, ciencias naturales, ciencias sociales e inglés. Sin embargo, la nueva normativa exige que el Ministerio de Educación Nacional y el Icfes trabajen conjuntamente para diseñar un componente que valore habilidades fundamentales para la vida, tales como el manejo de las emociones, la convivencia y la toma de decisiones en contextos cotidianos. El objetivo primordial es alinear los contenidos impartidos en las aulas con lo que se mide al finalizar la etapa escolar, reconociendo que la educación debe enfocarse en un desarrollo integral y no solo en resultados cognitivos.
Las habilidades que definirán la nueva evaluación
¿Qué se evaluará exactamente?
Para el año 2026, el Icfes deberá haber validado instrumentos que permitan una valoración estandarizada de diversos aspectos del ser. Entre los elementos clave que serán evaluados se encuentran:
- Conciencia emocional: La capacidad de identificar y comprender las emociones propias y ajenas.
- Regulación emocional: La habilidad para gestionar las emociones, especialmente en situaciones de presión.
- Autonomía personal: El desarrollo de la independencia en la toma de decisiones y la responsabilidad emocional.
- Inteligencia interpersonal: Competencias ligadas a la empatía, la comunicación efectiva y la resolución de conflictos.
- Habilidades para la vida: Recursos para enfrentar dificultades y prevenir conductas de riesgo.
La implementación de esta cátedra será progresiva y adaptada a cada nivel de formación. Mientras que en preescolar se enfocará en el reconocimiento de emociones básicas y el fortalecimiento del vínculo afectivo, en la educación básica se abordará la identidad y la prevención del acoso escolar. Al llegar a la educación media, el enfoque profundizará en la toma de decisiones responsables, la prevención de adicciones y conductas autolesivas, temas que ahora tendrán un peso oficial en el examen de Estado.

El gran reto institucional: Adaptar el currículo y capacitar a los docentes
Este cambio impone un reto significativo para las instituciones educativas, que deberán revisar sus horarios, metodologías y estrategias pedagógicas. No se trata simplemente de una materia adicional, sino de una transformación del currículo que exige capacitar al personal docente y fortalecer el acompañamiento de los orientadores escolares. En ciudades como Bogotá, ya se han dado los primeros pasos a través de programas como «Escuelas con Emociones» y «Aulas con Emoción», que forman a líderes educativos en habilidades socioemocionales, sirviendo como guía para la implementación nacional.
El Ministerio de Educación tiene un plazo de 12 meses para reglamentar formalmente la asignatura, asegurando que para 2026 todos los estudiantes de grado once se enfrenten a esta nueva área de evaluación que busca, en última instancia, fomentar el bienestar personal y social de los futuros ciudadanos.





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