La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ha potenciado su programa de preservación del pez capitán de la sabana (Eremophilus mutisii), uno de los símbolos más representativos del río Bogotá. La corporación está ejecutando un modelo científico completo que integra investigación aplicada, reproducción en cautiverio y pedagogía ambiental para garantizar la restauración de esta especie nativa.
Estación piscícola en el Embalse del Neusa
La iniciativa se centra en la estación piscícola del Parque Forestal del Embalse del Neusa. En la actualidad, este sitio custodia 18 ejemplares (13 adultos y 5 crías) en tanques especializados, o canaletas, donde se conservan con parámetros controlados, incluyendo agua en circulación permanente y temperaturas de 15 a 17 °C para asegurar su salud.
Los peces que integran este plan han sido recuperados de varios lugares, como el río Subachoque, la descarga del embalse del Sisga, el río Bogotá a la altura de Suesca y el mismo Embalse del Neusa. El centro se provee de una quebrada de alta montaña, lo que asegura una fuente de agua pura y muy oxigenada, óptima para analizar a la especie en un entorno controlado.
Colaboración universitaria y avances hacia la reproducción
El proyecto tiene el respaldo técnico de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales (U.D.C.A.). Los expertos de la U.D.C.A. apoyan etapas fundamentales, como la aclimatación de los peces al cautiverio, los estudios genéticos y la mejora de los procedimientos para obtener y purificar ADN. Estos análisis son vitales para garantizar una alta calidad genética en las futuras generaciones.
La próxima etapa del proyecto se concentrará en los métodos de reproducción asistida. Esto iniciará con la formación del pie de cría, un grupo seleccionado de machos y hembras que serán los reproductores de la siguiente generación en cautiverio. La meta es lograr entre dos y tres ciclos reproductivos cada año. Un ciclo abarca desde la obtención de huevos hasta que las crías, o alevines, logran el tamaño idóneo para su liberación.
Objetivo: repoblación y conciencia ambiental
El subdirector de Planificación y Ordenamiento Territorial de la CAR, Carlos Gutiérrez, confirmó que la finalidad es producir alevinos con óptima calidad genética para su posterior siembra en tramos del río Bogotá y ecosistemas conexos previamente estudiados. Gutiérrez subrayó el valor de la estación piscícola del Neusa para crear protocolos de conservación, reproducción y reintroducción de especies en riesgo como el pez capitán.
El pez capitán de la sabana enfrenta numerosas amenazas, como el deterioro en la calidad y cantidad del agua, la reducción de la vegetación en las riberas, la polución y la introducción de especies foráneas como la trucha, la carpa y la langosta roja. Por esto, el seguimiento continuo de su adaptación y conducta es fundamental para asegurar la perdurabilidad del proceso.
Además de la labor investigativa, la estación piscícola del Neusa opera como un centro de divulgación. La CAR extendió una invitación a la comunidad para conocer las instalaciones y sumarse, desde la educación ambiental, a los esfuerzos por asegurar la sostenibilidad de la especie.





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