Las festividades de fin de año han generado una alerta máxima en Cundinamarca, donde las autoridades reportan un aumento significativo en el número de personas afectadas por la manipulación de pólvora. De acuerdo con el último informe oficial de la Gobernación, en lo que va de la temporada se han registrado 29 lesionados.
La situación más crítica: nueve niños afectados
El dato más preocupante de este reporte es que nueve de las víctimas son menores de edad, con edades comprendidas entre los 2 y los 9 años. Estas cifras ubican al departamento entre los cinco primeros a nivel nacional por casos de quemaduras, una posición alarmante si se considera que las celebraciones continúan.
El gobernador Jorge Emilio Rey Ángel expresó su consternación mediante un comunicado público, indicando que el balance demuestra la continuidad de conductas que amenazan la seguridad de la comunidad, en especial de los niños. El mandatario fue categórico al afirmar que el manejo de pólvora no puede verse como un pasatiempo inocuo.
En sus palabras, resaltó que la exposición de los niños a estos elementos representa un peligro grave y completamente prevenible, que conlleva secuelas físicas y psicológicas permanentes.
Actuación del ICBF y un llamado a la cordura
Las autoridades enfatizaron que la población infantil sigue siendo la más vulnerable, pese a las campañas de concienciación y las advertencias constantes. Cada lesión constituye una vulneración directa a los derechos de los niños, lo que demanda una acción institucional urgente.
Frente a esto, la Gobernación de Cundinamarca informó que todos los casos donde se vea afectado un menor serán reportados de inmediato al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). Esta decisión busca asegurar la implementación de medidas protectoras para los niños impactados y evitar nuevos incidentes.
La Administración Departamental ha recalcado que estas acciones tienen un carácter protector y preventivo, en el marco de las obligaciones del Estado de garantizar los derechos fundamentales de la niñez.
El bienestar de los niños, principio fundamental de la temporada
El mensaje del gobernador es también un urgente reclamo a la responsabilidad de las familias y la sociedad. En esta época de reuniones, la prevención se transforma en un deber colectivo, donde las elecciones personales pueden impedir una desgracia.
Las autoridades reafirmaron que salvaguardar la vida y la integridad de los niños debe estar por encima de cualquier costumbre vinculada a la pirotecnia, y que ninguna tradición avala poner en peligro a la infancia.





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