Acuerdos de conservación: El frente común para salvaguardar las fuentes hídricas de Cundinamarca

Acuerdos de conservación: El frente común para salvaguardar las fuentes hídricas de Cundinamarca

Posted On 31 de diciembre de 2025

La seguridad hídrica de Cundinamarca ha dado un salto cualitativo con la suscripción de pactos de preservación en cinco localidades neurálgicas: Sesquilé, Guatavita, Guasca, La Calera y Fómeque.

Estos municipios, vecinos al Páramo de Chingaza y al Embalse de Tominé, son claves para el abastecimiento de agua de la región y la capital.

La metodología, bautizada «Incentivos a la Conservación», ha conseguido alinear a la Gobernación, la Alcaldía de Bogotá y varios actores del sector privado en un objetivo unificado.

Recursos y extensión: Blindaje para las cuencas del altiplano

En el trienio reciente, la iniciativa ha movilizado inversiones por encima de $5.700 millones, actuando de manera directa sobre 3.706 hectáreas de predios de importancia ecológica.

El mecanismo empleado es el de Pagos por Servicios Ambientales (PSA), un modelo pionero que compensa económicamente a los habitantes rurales por su función de protectores de los bosques y las microcuencas.

A la fecha, 106 familias se han sumado de forma voluntaria al programa, accediendo a estímulos técnicos y monetarios que rondan los $1.700 millones.

El proyecto no se limita a la transacción financiera. Parte de los fondos se ha destinado a dotar de infraestructura básica a las comunidades, como instalaciones de saneamiento, puntos de agua para el ganado y tanques de reserva, facilitando que la producción agropecuaria se desarrolle en armonía con los ecosistemas prioritarios.

De forma complementaria, se han ejecutado labores de restauración activa mediante la plantación de millares de árboles nativos, con el fin de rehabilitar áreas erosionadas y aumentar la resiliencia climática.

El motor del proyecto: Una coalición institucional sólida

La articulación entre entidades es el pilar de los resultados. Organizaciones como el fondo Alianza BioCuenca, la Fundación Santo Domingo y la corporación Agua Somos han contribuido con capital y conocimiento para asegurar la continuidad del esfuerzo.

Esta alianza garantiza que las intervenciones no sean fragmentadas, sino que respondan a una planificación regional integral para la sostenibilidad del agua. Resguardar el recurso en su origen paramuno es una medida más eficaz que enfrentar su desabastecimiento corriente abajo.

Para las comunidades rurales de Cundinamarca, estos acuerdos simbolizan una vía de progreso que valora su modo de vida y defiende su legado natural. Los avances en Chingaza y Tominé prueban que es factible conciliar el desarrollo humano con la integridad ecológica.

Al terminar 2025, el departamento se consolida como un referente en la gobernanza del agua, construyendo su modelo sobre la cooperación, el reconocimiento justo y la incorporación protagónica de los guardianes del territorio.

Written by user

Related Posts

0 comentarios

Enviar un comentario