El mapa político de Cundinamarca para las elecciones a la Cámara de Representantes es un rompecabezas sin armar. A menos de tres semanas de que se cierren las inscripciones ante la Registraduría, la gran incógnita sobre quiénes serán los candidatos que buscarán las curules por el departamento sigue sin resolverse. La pugna interna en los partidos y la carrera por superar el umbral electoral mantienen el panorama en una nebulosa de la que solo emergen alianzas tensas y nombres en entredicho.
En el corazón de la disputa se encuentra el grupo de poder conocido como «los Gobernadores«, encabezado por el actual mandatario Nicolás García y su predecesor Jorge Emilio Rey. Esta facción ejecuta una tarea maratónica para consolidar listas que les permitan maximizar su representación en el Congreso. Sin embargo, el camino no es fácil. En el Partido Verde, por ejemplo, aún buscan candidatos que se sumen a la lista que lidera el exalcalde de Zipaquirá, Wilson García, para darle la solidez necesaria.
La pulseada partidista es evidente en el Partido de la U, donde el principal enfrentamiento se daría entre Diego Caicedo, hijo del cuestionado exrepresentante José Caicedo, y el exalcalde de Sibaté, Luis González. Mientras las fuentes consultadas señalan que el equipo de Caicedo se habría «desintegrado», González ya inauguró su sede de campaña en Soacha, con un evento que contó con la presencia del padre del actual alcalde y, según se rumora, con el respaldo total del grupo de «los Gobernadores».
La oposición: Un panorama fragmentado y con candidatos cuestionados
El lado opositor a la maquinaria gobernante tampoco logra articular una oferta clara y unificada. En el Centro Democrático, liderado por el expresidente Álvaro Uribe, la situación es particularmente crítica. Aunque se filtró una carta con una lista oficial, la interna está lejos de estar resuelta.
Dos nombres generan escozor al interior del partido. Por un lado, Orlando Clavijo, quien cuenta con el respaldo de «los Gobernadores», pero que arrastra dos graves investigaciones en la Corte Suprema: una por enriquecimiento ilícito (en indagación preliminar) y otra por cohecho propio (en primera instancia), por hechos de 2012.
Por el otro, se encuentra el exalcalde de Soacha, Juan Carlos Saldarriaga, un férreo opositor al grupo de García y Rey. Su presencia en la lista ha causado «bastante incomodidad» entre algunos sectores del partido. Fuentes cercanas al gobernador García y al propio Centro Democrático confirmaron que el mandatario habría adelantado reuniones con directivos de la colectividad para impedir que Saldarriaga reciba el aval, por temor a perder poder en el departamento.
La paradoja para el partido de gobierno del expresidente Uribe es evidente: sin una figura con el arrastre electoral de Saldarriaga, el Centro Democrático podría no superar el umbral y perder la oportunidad de recuperar terreno en Cundinamarca, dejando el campo libre para que el grupo de «los Gobernadores» fortalezca su hegemonía.
Otras colectividades en la misma incertidumbre
La incertidumbre es un común denominador. En los partidos Conservador y Cambio Radical, las conversaciones continúan para asegurar las listas que garanticen la reelección de los actuales representantes Julio Roberto Salazar y el cuestionado Leonardo Rico, figuras que, según las fuentes, dependen de la estructura contractual de la Gobernación de Cundinamarca.
Mientras tanto, en el partido Demócratas, Daniel Bernal, quien cuenta con el beneplácito de «los Gobernadores», sería la cabeza de lista. No obstante, el desafío sigue siendo el mismo que en las demás colectividades: encontrar los nombres adecuados que sumen suficientes votos para cruzar la barrera electoral.
Con el tiempo agotándose, los partidos en Cundinamarca libran una batalla en dos frentes: una interna, por definir sus apuestas y avales, y otra externa, por conquistar un electorado que observa cómo el poder y el futuro del departamento se negocian en medio de una carrera contrarreloj para conformar los grupos de candidatos que den la batalla final.





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